Poder para gobernar y gobernar para avanzar
El PSOE salió de su 41º Congreso Federal con
un proyecto no solo de país, sino de un país
que avanza y seguirá avanzando gracias a
las políticas progresistas de los gobiernos
socialistas que frenarán a la ultraderecha y a
una derecha que es rehén de ella, a partir de
2027.
Momento en el que, tras el ciclo electoral,
habrá más gobiernos progresistas en
ayuntamientos y comunidades autónomas
-con nuevos presidentes como Óscar López
en Madrid, o Ángel Víctor Torres en Canariasy con renovadas presidencias ya consolidadas
-como la Emiliano García Page en Castilla la
Mancha o Adrián Barbón en Asturias- que
acompañarán un nuevo mandato progresista
en España para culminar una década de
avances socialistas.
Así, volveremos a ganar las elecciones
municipales, autonómicas y las generales para
llevar en 2027 el cambio progresista allí donde
hoy hay gobiernos negacionistas. Necesitamos
instituciones renovadas, nuevos acuerdos e
instrumentos eficaces para los nuevos retos a
los que nos enfrentamos.
Debemos dar respuesta al escalofriante auge de los
valores autoritarios y la internacional ultraderechista,
que en España ha entrado en gobiernos regionales
y municipales de la mano del Partido Popular,
que ha abrazado sus ideas con un único objetivo:
desmantelar los avances y las conquistas sociales
logradas en las últimas décadas.
Lo hemos comprobado ya en aquellos territorios
donde hay gobiernos negacionistas, donde se
presentaron prometiendo orden y estabilidad y no han durado ni un año, ni aprobado un
presupuesto.
Eso sí, han tenido tiempo para borrar la memoria
democrática en Aragón, Valencia y Baleares;
para liquidar las oficinas de lucha contra la
corrupción en Valencia y Baleares; para debilitar
la lucha contra la violencia de género o para
alentar el negacionismo climático en Castilla
y León; o para liquidar comités de expertos
y unidades de emergencia en la Comunitat
Valenciana.
Este es el legado depredador de los gobiernos
de la derecha y la ultraderecha que se extiende
a centenares de municipios en toda España.
Pero esos gobiernos que se conformaron tras las
últimas elecciones autonómicas y municipales
durarán lo que dure esta legislatura, porque
en 2027 serán derrotados por el voto de la
gente y el cambio progresista ganará en los
ayuntamientos y las comunidades autónomas
españolas.
Porque, aunque jamás lo reconozcan, hoy,
gracias al Gobierno progresista, España es
más próspera y está más unida. Unida en su
diversidad, con toda la grandeza de nuestras
lenguas y en todos los acentos del extraordinario
país que somos. Hemos reforzado la cohesión
territorial y cerrado la herida abierta que nos
legó la derecha en herencia, y hoy la convivencia
triunfa en la Cataluña que preside Salvador Illa.
Queda mucho por hacer, pero ahora toca
seguir hacia delante, ganar y avanzar hacia una
España mejor con unos gobiernos socialistas
que, a partir de 2027, fortalezcan esa cohesión
territorial y con una reforma del sistema de
financiación que dote de más recursos a las
comunidades autónomas. Y vamos a preparar
España para responder con eficacia ante la
emergencia climática y que la sostenibilidad
se convierta en una fuente de competitividad
para nuestras empresas.
Poder para gobernar y gobernar para avanzar.
Por eso, nuestra principal prioridad será ganar
las elecciones municipales y autonómicas de
2027 y volver a gobernar en toda España. Y
cuando llegue el momento de las urnas, a su
pretencioso “quien pueda hacer que haga”, la
ciudadanía responderá con un “quien pueda
votar que vote”.