13 años desde el fin de ETA
La banda cesó su lucha armada un 20 de octubre de 2011,
pero el Partido Popular y la ultraderecha mantiene que “sigue
viva” por su nulidad a la hora de hacer política.
Han pasado 13 años desde que ETA cesó
la lucha armada. 13 años desde que la
democracia ganó a la violencia, y 13 años
donde la normalidad democrática volvió a
instaurarse en España después de 40 años
donde el miedo había reinado en las calles.
A pesar de este hito para la democracia
española, hay quienes mantienen que
ETA sigue “más viva que nunca”. Unas
declaraciones que, a día de hoy, y tras años
de paz y normalidad, son un insulto contra
la memoria de las víctimas del terrorismo.
Fueron palabras de Isabel Díaz Ayuso. La líder
popular no ha dudado en soltar una nueva
barbaridad. Porque decir en pleno 2024 que
ETA está “más viva que nunca” es algo que
los demócratas no podemos permitir. Es
un baldón a las 864 víctimas mortales de la
banda armada y las miles de víctimas que
dejó su violencia. Un motivo más para que el
Sr. Feijóo pida su dimisión. Otro de tantos.
Son unas palabras que, por ende, evidencian
una tesis: la de Ayuso es la política de la
barbarie, de la hipérbole mezquina y la
utilización del terrorismo con fines políticos.
Porque cuando Ayuso tiene algo que
esconder el discurso es claro: “ETA, ETA, ETA”.
Cuando no tiene propuestas, más “ETA, ETA,
ETA”. Siempre es ETA, pero ETA ya no existe,
por mucho que le pese a la presidenta de la
Comunidad de Madrid.
Por ello habrá que recordar a la desmemoria
del Partido Popular que quién acabó con
ETA fue la sociedad, pero también el Partido
Socialista, liderado por el entonces presidente
del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero,
de la mano del también exlehendakari del
PSE-EE, Patxi López. Ellos tuvieron la valentía
política de negociar el cese de armas con
quienes mataban a sus compañeros de
partido. Con quien mandaba sobres bomba a
sus sedes. Que eso no se le olvide al PP.
Tras la Declaración de Aiete, donde la
banda criminal anunció su fin, Zapatero
fue contundente con una frase que hoy no
debemos olvidar: “Será una democracia
sin terrorismo, pero no una democracia
sin memoria. La memoria de las víctimas
acompañará siempre a las futuras
generaciones españolas”. La democracia
española se consolidó aquel 20 de octubre de
2011. Pero no podemos olvidarnos de todos
los que quedaron en ese camino por la paz,
la convivencia y la democracia.
Así que, 13 años después, duele escuchar que
ETA sigue “viva”, porque es una mentira y un
insulto a la democracia. Será que a ciertos
sectores de la derecha y la ultraderecha les
interesa seguir manteniendo vivo el mito por
su nulidad política. Ojalá pronto dejemos
de ver el bochorno que protagonizó Miguel
Tellado en el Congreso cuando zarandeó
jocoso una imagen de 12 líderes socialistas
asesinados por la banda. Ojalá pronto
dejemos de lado los “Txapotes” de la derecha
y empecemos a recordar que hace ya 13 años
que la democracia venció a la violencia. Que
los años de plomo ya son una pesadilla del
pasado. Como dijo Zapatero: “Ya nadie teme
que vaya a haber una bomba, ya nadie es
extorsionado. Me siento muy satisfecho de
eso”. Ese es el sentimiento que debe primar,
satisfacción por el triunfo de la sociedad
sobre el terror.