miércoles, 25 de diciembre de 2024

 La Conferencia de presidentes de Santander, una oportunidad perdida

Nuevamente el sectarismo de Ayuso marca el paso al resto del PP ante un Feijóo incapaz de tomar el control de su propio partido.

    No se dirá que no lo hemos intentado. Una vez más, Pedro Sánchez se reunía con los presidentes autonómicos en la Conferencia de Presidentes para llegar a acuerdos sobre los principales problemas que tiene la ciudadanía española. Antes de nada, hay que recordar que nuestro secretario general es el líder del Ejecutivo que ha convocado este órgano en un mayor número de ocasiones. En un Estado autonómico como el nuestro, con diferentes niveles competenciales entre los territorios, este tipo de citas son esenciales para la cogobernanza del país. Los socialistas acudíamos, como en tantas otras ocasiones, con voluntad de acuerdo. Pero nos encontramos con el muro de la derecha.

    En primer lugar, Pedro Sánchez accedió a las peticiones de los presidentes autonómicos acerca de los temas que querían incluir en el orden del día de la reunión. Querían hablar, pero no acordar. Querían que se concluyera únicamente lo que los líderes territoriales del PP querían, sin posibilidad de incluir los puntos de vista del Gobierno. No se entiende muy bien la insistencia en debatir asuntos sobre los que luego no se quiere llegar a ningún acuerdo.

    Así que temas como la vivienda, las migraciones o los recursos de la sanidad seguirán sin una política en común entre el nivel estatal y el autonómico por el empeño de los presidentes del PP en reventar cualquier posibilidad de acercamiento. Tal y como expresó el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, esta reunión ha sido “una oportunidad perdida”. Pero no para el Gobierno central o los autonómicos, sino para la ciudadanía española que ve cómo, una vez más, tras el cambio de gobiernos progresistas a gobiernos de derechas en 2023, sus necesidades no son atendidas.

    La vivienda sigue subiendo de precio por el enrocamiento de la derecha en no aplicar la Ley de vivienda. La situación humanitaria en Canarias sigue siendo insostenible y las listas de espera de la sanidad crecen. Pero nada de esto es suficiente para que ni un solo político del PP se siente a hablar en serio. Sacarles del bulo y de la crispación significaría pedirles que abandonen su medio natural. No se le puede pedir peras al olmo.

    Mención aparte merecen las aportaciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Obligó a variar la posición de sus compañeros acerca de la quita de deuda a las autonomías, dejándola únicamente en el caso de la Comunidad Valenciana. Una vez más, dejando bien claro al débil Feijóo quién manda realmente en el Partido Popular. También quedará para la posteridad su propuesta sobre el SMI: “El salario mínimo no debería ser igual para un agricultor extremeño que para un empresario madrileño”. Puro clasismo económico y territorial. ¿Qué pensará María Guardiola de estas declaraciones? ¿Qué pensará un agricultor? ¿Qué pensará cualquier ciudadano que resida en la España vaciada? ¿Es así como el PP quiere tratar al sector agrario español y a los ciudadanos de las zonas despobladas?

    Sánchez es el líder del Ejecutivo que ha convocado a este órgano en un mayor número de ocasiones.