lunes, 11 de febrero de 2019

LAS DERECHAS CRISPAN LA CALLE CONTRA EL DIÁLOGO

PP, Ciudadanos y VOX fueron incapaces de manifestarse contra los recortes en sanidad, en educación, por los derechos de los trabajadores… y sin embargo salen a paso ligero contra el diálogo. Este domingo, la derecha no se concentra contra la figura de un relator, sino contra el diálogo y contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
 La foto que nos dejarán PP, Ciudadanos y Vox no es nueva, sino que ya la hemos visto antes en España: las derechas unidas en las calles cuando se trata de avivar un conflicto territorial. Desde el inicio del diálogo, Casado y Rivera han boicoteado las comisiones bilaterales, la recepción en Moncloa de un presidente autonómico, el Consejo de Ministros en Barcelona y cualquier intento de solución al conflicto territorial.
 El problema es que no quieren que haya diálogo porque su objetivo es incendiar Cataluña y la convivencia por un puñado de votos.

 LAS DERECHAS SIN SOLUCIONES 

Vuelve la derecha de 2004 que hablaba de “traición a las víctimas” cuando los socialistas trabajábamos por el fin de ETA. La traición a la democracia española está en pactar con el tardofranquismo en Andalucía o en financiar ilegalmente las campañas electorales, como ha hecho durante años el PP. 
Los socialistas pedimos al resto de partidos políticos: Sacar los pies del barro y de la exageración. Volver a la senda institucional. A Ciudadanos, que aporte alguna solución como líderes de la oposición en Cataluña. El problema de Cataluña hay que resolverlo, no incendiarlo echándole gasolina. Hacen falta menos pirómanos y más bomberos. 

EL PP SÍ USÓ MEDIADORES CON CATALUÑA 

Dice Casado que la figura del relator es “lo más grave desde el 23F”. Ya no quieren acordarse de que bajo un gobierno del PP se rompió la legalidad constitucional en el Parlament, se celebraron dos referéndums ilegales para romper con España y se proclamó una declaración unilateral de independencia. Un relator no es un mediador, y el PP debería saberlo. Ellos sí utilizaron mediadores, como Arriola, Rigol o el cardenal Omella, que se reunían de forma secreta para buscar una “salida política en Cataluña.