Vistos los comentarios realizados últimamente por la portavoz de IU, la Sra. Rubio, en relación a unas cestas de Navidad regaladas al alcalde y a algunos concejales, nos vemos en la obligación de desmentir y de aclarar que, en primer lugar: es evidente que este tipo de comentarios están realizados con el único propósito de confundir a la ciudadanía, faltando a la verdad y con la intención de desprestigiar al equipo de gobierno. Rubio no conoce otra forma de hacer oposición. Y en segundo lugar: en ningún momento, el equipo de gobierno ha invertido ni un solo euro en cestas de Navidad, o algo parecido, para regalárselas a algunos concejales y mucho menos al alcalde.
Como nota aclaratoria, Ardepinsa, como bien sabéis, es la empresa pública del ayuntamiento con presupuesto y contabilidad totalmente independientes, cuya gestión depende de las decisiones de su consejo de administración, compuesto por el presidente (el alcalde) y tres representantes de cada grupo político (IU, PP y PSOE). Según los estatutos de dicha empresa estos cargos podrían ser remunerados, asignación a la que se renunció hace ahora ocho años, por decisión de todos los representantes del consejo de administración. Como consecuencia de esta decisión, al final de cada año viene siendo habitual obsequiar con un detalle a cada uno de los consejeros. Entre estos obsequios de los últimos años cabe destacar un ordenador portátil, valorado en trescientos euros y últimamente, hace unos meses, al final de la legislatura de la Sra. Rubio (y siendo ella presidenta): un iPad valorado en setecientos euros cada uno. Nos preguntamos ¿por qué la líder de IU Belmez no criticó ni devolvió ninguno de estos obsequios, en los ocho años que ha sido presidenta del consejo; ¿quizás porque este año el citado obsequio (la famosa cesta navideña), valorado en 29 euros, ha sido mucho más modesto e inferior al que ella esperaba?
Tanto Ardepinsa como el Ayuntamiento tienen suficientes problemas y cuestiones que resolver y es lamentable que la portavoz de IU dedique su tiempo en criticar y denunciar algo que, como presidenta, ella mismo creó y con unos gastos excesivamente mayores.
Pero ya nos tiene acostumbrados. Recurrir a la mentira y al engaño es el mejor recurso para quien no tiene nada que ofrecer.
